Como si la Plaza Mayor hubiera querido trazar una histórica diagonal, al consabido medallón de Godoy, picado y retirado por una ciudad estudiantil cuando esta supo que, el pacense afrancesado, había permitido la entrada gala en la Península Ibérica y la consiguiente invasión napoleónica y Guerra de Independencia…
Se le suma desde hoy mismo, 9 de junio de 2017, la retira del medallón de Franco que ha formado parte del ornato del ágora salmantina desde que el dictador franquista se alzara con el poder y dejara su impronta, para la historia, en la arcada churrigueresca charra.
80 años después y cumpliendo con los dictámenes de la Ley de Memoria Histórica de España, aprobada en 2007, la efigie de Franco abandona el Pabellón Real de la Plaza Mayor de Salamanca, como ya lo hizo la de Godoy del Pabellón de Pretineros 200 años antes.
El medallón retirado pasará a formar parte de los adornos, placas, estatuas y recuerdos de una Guerra Civil que dividió a un país, que aún cierra heridas y busca muertos en sus cunetas.