Pozo de Nieve y Convento de San Andrés. Salamanca.
Es una de esas gratísimas sorpresas que todavía quedan por descubrir bajo el asfalto de esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad y financiado gracias al 1,5% cultural.
Escaleras, pasillos y pasadizos que nos permiten descubrir un espectacular lugar donde se almacenaba frío para usos medicinales y alimenticios, principalmente, en una Salamanca que acumulaba nieve para los meses más calurosos del año.
Paredes, murallas y bóvedas que nos permiten contemplar e imaginar un Convento de San Andrés de dimensiones extraordinarias, con torres, claustro, capilla… Y túneles sin descubrir que seguirán desvelando misterios de la Salamanca más oscura.
La visita, guiada y teatralizada, nos transporte a otro tiempo, nos introduce por los espacios que todavía se conservan y nos lleva a imaginaros los que estuvieron y ya no lo hacen.
Sin Eventos
Habrá que desear que el enclave entre en la rueda habitual de espacios abiertos al público y que no siga cerrado a la espera de Las Llaves de la Ciudad o de visitas extraordinarias.